Esta nueva tecnología permite revolucionar la topografía convencional disminuyendo los costes, midiendo puntos inaccesibles, aumentando la seguridad, y reduciendo considerablemente los tiempos de trabajo.

Mediante el vuelo del drone es posible obtener millones de puntos en color; frente a la observación punto por punto del topógrafo, obteniendo solamente unos 500 puntos por jornada. De esta manera, la superficie queda mejor representada y se logran superficies que se ajustan más a la realidad.
Mediante el procesado de las imágenes es posible obtener con gran precisión nubes de puntos 3D, planos cartográficos, ortofotos con GSD de 3 cm por pixel, modelos 3D, modelos digitales de superficie y terreno,
precisiones con errores máximos de 3-5 cm en X e Y, entre 1-3 cm x el GSD en Z (son necesarios GPC),
tiempos de ejecución y de entrega de trabajos, rapidísimos, topografía a otro nivel.